Gran vino de la DO Terra Alta, vino estrella del Celler Algramar, bodega familiar situada en Vilalba dels Arcs, y que posee una "materia prima excelente" que da como resultado productos de gran calidad.
No es un vino muy conocido entre el público "vinícola" en general, hecho muy habitual que se da con otros grandes vinos de pequeños productores que no quieren, no saben o no tienen capacidad económica para desplegar la campaña de marketing de turno, o bien, carecen de las necesarias "simpatías" dentro del reducido grupo de personas identificadas, por el público en general, como voces autorizadas y con criterio dentro del mundo vitivinícola, es decir, de aquellos que al recomendar o pronunciar el nombre de un determinado vino incrementan de forma substancial su notoriedad pública y por tanto el incremento consecuente de ventas.
El no pertenecer a una de las DO's mediáticas tampoco ayuda.
Todo esto tiene una ventaja para los que tenemos la suerte de descubrir estas "joyas desconocidas", (siempre vía el boca a boca de amigos y conocidos) y es que nos permite disfrutar a precios razonables, de vinos con carácter y expresivos, de los que nos hacen disfrutar en cada copa.
Bien, volviendo al vino, se trata de un coupage de Garnacha (procedente de cepas viejas, algunas casi centenarias), Syrah (cultivado a 500 mt de altura y con una producción de 1'5 kg por cepa) y Cabernet Sauvignon. Con una crianza de 18 meses en roble nuevo francés y un reposo mínimo de 12 meses en botella.
El resultado a la vista es un color cereza picota (oscuro) con capa media-alta. Sus 14'5º se reflejan en su lenta y abundante lágrima.
En nariz tiene una excelente intensidad, destacar la fruta negra madura y la tinta en un primer momento (me recuerda el aroma que se desprendía cuando los "bolis" Bic que utilizaba de pequeño, "reventaban").
Poco a poco la tinta se suaviza y aparecen tostados (caramelo, especias dulces), regaliz, cacaos, cueros/tabaco y un interesante matiz terroso.
Nariz compleja, para disfrutarla...
En boca no defrauda las expectativas generadas en nariz. Estructurado, equilibrado y elegante. Fruta negra, matices del roble y unos taninos perfectamente integrados.
Está en un momento óptimo de consumo y con cuerda para rato.
Para los amantes de los puntos (Parkers, Peñines,...), no es el caso del que escribe, y como anécdota, añadir que el Sr. Parker le otorgo 90 pts (Vía el "dimitido" Jay Miller, claro)
Hasta el próximo vino.
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