Una iniciativa de la Jove Confraria dels Vins del Bages, que además de promover la Denominación de Origen, tiene un objetivo solidario, que no es otro que destinar todos los beneficios obtenidos a becas comedor para infancia necesitada.
Las becas comedor, como tantos otros servicios sociales, se han visto afectadas por el aumento del número de familias demandantes y la disminución de la dotación económica para atender esas necesidades.
Como siempre, ante la pasividad de las administraciones públicas, las iniciativas privadas como esta y la acción social de las entidades del Tercer Sector, hacen posible que las familias y sobre todo la pequeña infancia más vulnerable, salgan adelante.
Tocando el tema “entidades sociales”, señalar que estas, son utilizadas por las Adm. Públicas para financiar servicios que, Gobiernos Autonómicos y Ayuntamientos, deberían ofrecer. Servicios destinados a la ayuda de familias e infancia en situación de riesgo social.
¿Tercer Sector financiando Autonomías y Ayuntamientos? ¿Cómo?
Las Admin. Públicas, conceden subvenciones a entidades del tercer sector para que estas actúen en diferentes ámbitos, dando apoyo y ayuda a familias en situación vulnerable.
Pero…
La realidad es que las entidades del tercer sector ejecutan los “servicios” subvencionados (Becas comedor, Casales de verano, apoyo a las familias, etc…), pero las subvenciones concedidas, el dinero, no llega hasta pasados muchos meses.
Añadir que algunas actividades se realizan sin disponer de la aprobación de la subvención asociada, pero con el compromiso de los ayuntamientos de la “pronta” aprobación, que no pago, de dicha subvención.
Esto quiere decir que las entidades tienen que adelantar (pagar de su bolsillo), salarios, servicios comedor-catering, casas de colonias, excursiones, etc…
Así que queda claro, el como y el porque se afirma, que el tercer sector financia a las Administraciones Públicas.
Para mostrar la magnitud del problema, estamos hablando de que una entidad media puede estar adelantando entre 40.000 y 60.000 euros al año.
Obviamente las entidades del tercer sector, sobre todo las pequeñas y medianas, no tienen los recursos propios necesarios para afrontar los problemas de tesorería que esto genera, la caja se queda a cero, literal.
Las entidades grandes, son otro cantar, son muy grandes…, no sé si se me entiende.
(Pobre de la entidad que decida, ante la falta de liquidez, pagar la factura de catering o el salario de un trabajador, antes que pagar las cuotas de la seguridad social. Pobre porque, si una vez finalizado el periodo y servicio subvencionado, no estás al corriente de pago con la Seg. Social o Hacienda, pierdes la concesión de la subvención que no has cobrado pero que has gastado.)
Lo fácil para las entidades del tercer sector, sería decir, ¡eh! lo sentimos, no hay cash, cerramos el servicio, os dejamos tirados, buscaros la vida… (Vamos, lo que hacen las maravillosas Administraciones Públicas al servicio de…)
Pero no, detrás de las entidades del Tercer Sector (que algunos critican tanto) hay compromiso, hay principios y una misión muy clara, estar al servicio de los más vulnerables y no rendirse a la hora de buscar soluciones a los problemas que no pueden esperar.
¿Cómo se gestiona el Problema?
FINANCIACIÓN, así de “fácil”, ¿para que están los bancos?
Pues eso, se acude a los bancos a pedir prestado el dinero que deberían haber pagado las diferentes Administraciones Públicas y todo resuelto… (Ironía en nivel máximo, por las dudas)
No es tan complicado como parece, las propias autonomías, al menos la catalana, ya tiene su propia oficina para gestionar las cesiones de subvenciones a entidades bancarias, a cambio estas, los bancos, avanzan el 80% de la subvención a las entidades que lo solicitan. (No es gratis, comisiones+intereses, se comen una parte de la subvención)
Incluso en Cataluña, se puede recurrir al ICF, una entidad financiera pública, la misma que participa en el capital de "ese" club de vinos (que cosas), y pedir el respectivo préstamo.
La estupidez del sistema es total, yo te debo dinero, no te lo pago pero te lo presto y te cobro entre un 4’5 y 7% de intereses…, lo que viene a ser la habitual coherencia de Estado.
Sea de una manera u otra, vía banca o vía financiación “pública”, una parte de los recursos inicialmente concedidos para “AYUDAR”, se van a las entidades bancarias, engordando sus arcas y aumentando el beneficio.
Por suerte, esto está cambiando gracias a la banca ética, y sobretodo a iniciativas como COOP57, contribuyendo a reducir los costes de financiación y reinvirtiendo el beneficio en la economía social y cooperativa.
Sin ellos, una gran parte del tercer sector habría desaparecido.
Como dato, la banca ética solo en Catalunya ha avanzado en el 2014, subvenciones por valor de 20 millones de euros.
(fuente:http://www.media.cat/anuari/la-banca-etica-salva-les-entitats-del-tercer-sector/)
Bueno, juro que quería hablar sobre cuestiones de eso que llaman running, lo que es correr de toda la vida pero en este caso entre viñas.
Querer justificar de alguna manera, la importancia de iniciativas solidarias, privadas o empresariales como esta, me ha llevado a extenderme en exceso para acabar hablando de temas que poco tienen que ver con el correr, el vino, o el territorio.
Para zanjar el tema, queda claro que son necesarias todas esas pequeñas acciones, que suman y reman en la dirección que necesita un tercer sector muy mermado de recursos, y no es otra dirección que la de incrementar la generación de ingresos “privados” para disminuir la asfixiante dependencia de los ingresos públicos, si es que realmente se quiere un Tercer sector verdaderamente No gubernamental (Aquí hay debate, mucho, y muchos caminos a explorar).
Ahora sí, la Cursa entre Vinyes del Pla de Bages.
Como decía, el 12 de octubre llega la 2ª edición de esta iniciativa solidaria que une el deporte, el vino y la solidaridad.
Nuestra experiencia en la primera edición fue muy satisfactoria, a pesar de llegar muy tocados por la participación, unos días antes, en la Marató del Priorat (Se repiten circunstancias este año).
La salida y llegada tienen lugar en la localidad de Artés, y por su puesto, en el recorrido se incluye el paso por algunas bodegas de la DO, transcurriendo por pistas, caminos y viñedos.
Los desniveles son moderados, no se trata de una carrera muy exigente, tanto en su modalidad de 10 Km (caminada popular o carrera) como en la de 21 Km.
A la llegada no faltará una buena “Botifarrada popular” a cargo del Escorxador d'Avinyó, acompañada de la degustación de los vinos de la DO Pla de Bages.
Tenéis disponible información más detallada e inscripciones en: http://www.cursaentrevinyes.cat/web/
Si las piernas no dicen lo contrario, el día 12 de octubre allí estaremos, corriendo entre “vinyes” y bebiendo “vicatalà” de una Denominación de Origen con cosas interesantes, pero poco conocida y poco bebida en su entorno más próximo, lo habitual.
Salut!!